Preguntas frecuentes

REDUCCIÓN DE PECHOS

Los efectos de la reducción y de la cirugía de levantamiento de los pechos son permanentes. Sin embargo, con el tiempo, un ligero descenso del tejido del pecho es la respuesta normal a la gravedad, y es parte también del proceso normal de envejecimiento. Las variaciones de peso también afectarán a su pecho de igual manera que influyen en el resto de su cuerpo, aunque siempre de manera proporcionada.

Esta cirugía reparadora está destinada a mejorar los pechos grandes o caídos deja cicatrices. A pesar de lo que pueda haber leído o escuchado, todas la cicatrices quirúrgicas son permanentes y no pueden hacerse desaparecer. Una de las tareas del cirujano es la de situar las cicatrices en las líneas naturales del pecho, donde son menos apreciables. Aunque dichas cicatrices son permanentes, raramente causan problemas, ya que con el paso del tiempo son poco apreciables.

Las complicaciones en la cirugía de la reducción de los pechos son casi siempre de naturaleza menor. La complicación más común después de la cirugía es un hematoma (una acumulación de sangre por debajo del pecho), que tiene fácil solución con la colocación de un drenaje. Mantenemos dichos drenajes durante unos días hasta que el débito del mismo sea pequeño, logrando así que salga la mayor parte de líquido acumulado y mejorando su recuperación.

La dehiscencia de algún punto de sutura es algo frecuente. No representa ningún problema ya que cierra espontáneamente en poco tiempo. La práctica total de los puntos son internos, y por tanto no será necesario retirarlos. Estos puntos internos son reabsorbidos por nuestro organismo, pero en ocasiones, los que están cerca de la piel o bien las zonas donde realizamos los nudos (que son más gruesas) no logran ser eliminados y salen al exterior, siendo entonces retirados fácilmente.

Las complicaciones tales como la infección, la ulceración de la piel, el crecimiento excesivo de las cicatrices (queloide) y la pérdida de vitalidad del pezón y/o la piel, también pueden ocurrir, pero son muy raros. Los cambios en la sensibilidad de los pezones son frecuentes tras la intervención, y generalmente se restablecen con el paso del tiempo.

Las fotografías médicas preoperatorias de su tórax superior son necesarias para una planificación adecuada. Nos ayudan en la evaluación de sus pechos antes de su operación y para comentar con usted cual es la mejor opción quirúrgica atendiendo a las características de su caso. Se colocan en la sala de operaciones como referencia durante la intervención.
Se utiliza la anestesia general. Esto requiere los servicios de un anestesista, con el cual se entrevistará usted antes de la intervención y le explicará las características de dicha anestesia.
El tiempo concreto de operación variará según cada paciente. La reducción de las mamas generalmente requiere unas dos horas o dos horas y media. Usted no sentirá dolor durante la operación.

Existen numerosas técnicas de reducción mamaria. Cada cirujano tiene sus preferencias personales y suele optar por aquella en la que tiene mayor experiencia. Casi todas son validas para la mayoría de las pacientes pero hay casos en los que es probable que la elección de la misma sea única. En cualquier caso su cirujano plástico le informará sobre las características se su caso, la técnica que cree más conveniente y el tipo de cicatrices que ocasiona.

Nosotros habitualmente empleamos una técnica en la que queda una cicatriz alrededor de la areola (esta cicatriz siempre queda con cualquier técnica) y otra fina línea vertical descendente. Durante las primeras semanas esta cicatriz vertical presentará unos pliegues o arrugas, no se preocupe estas desaparecerán en un periodo de 4-6 semanas una vez que todos los tejidos se adapten a su nueva situación. Con esta técnica evitamos una larga cicatriz de unos 20 cm que en el pliegue mamario inferior que aparece con otras técnicas.

Elevamos el pecho caído, damos forma a la nueva mama por medio de la resección del tejido y le damos también una buena proyección gracias a unos puntos internos que conforman esa “nueva mama”. Finalmente colocamos unos drenajes, cerramos todas las heridas con puntos internos que no será preciso retirar y colocamos los apósitos y vendajes necesarios.

La estancia habitual es de un día. Usted ingresará el día de la operación y recibirá el alta al siguiente día después de la operación. La noche de la intervención deberá usted estar acompañado, así como el día en que se vaya de alta.
La mayoría de las pacientes no sienten dolor después de la operación, pero sí se da cierto malestar. Cualquier tipo de dolor o malestar puede solucionarse mediante calmantes. La molestia que más frecuentemente suelen referir las pacientes es el “dolor de espalda” como consecuencia del encajamiento prolongado, por el contrario el pecho no les molesta y refieren una sensación de cansancio leve.
La incisión de los tejidos mamarios durante la intervención puede provocar pequeños sangrados en el transcurso de ésta y en el postoperatorio. Para que esta sangre no provoque hematomas, dejamos unos tubos de aspiración («redones»), que son retirados habitualmente a los días de la intervención. Pueden ser retirados bien antes del alta hospitalaria o en la primera visita postoperatoria.
Generalmente se utiliza durante los primeros días un vendaje que será sustituido a los pocos días por un sujetador específico para estos casos. Nosotros le recomendaremos el sujetador específico para este tipo de intervención. Deberá mantenerlo durante unos 2 meses para lograr un mejor resultado.
Las suturas realizadas se llevan a cabo mediante una técnica que no deja marca de puntos sobre la piel. Generalmente son internos, como ya hemos comentado. En otras ocasiones damos otros puntos suplementarios que se mantienen durante un período de dos o tres semanas, con el fin de mantener una adecuada tensión en los bordes de la herida.

Debe recordar que antes de observar la mejora que usted espera, deberá atravesar un período postoperatorio en el que se verá diferente. Aunque la cicatrización acostumbra a ser total al cabo de tres semanas, quizá le lleve tiempo el acostumbrarse o adaptarse al cambio de aspecto de sus pechos.

  • Debe dormir sobre la espalda, boca arriba, durante las dos primeras semanas después de la operación.
  • Lleve el sujetador que le ha sido aconsejado las 24 horas del día durante las primeras seis semanas después de la operación.
  • Limite en lo posible la movilidad de los brazos durante la primera semana después de la operación. No levante objetos pesados ni levante los brazos por encima de su cabeza. Podrá aumentar gradualmente el movimiento de los brazos a medida que cicatrice.
  • Sus pechos los notará pesados y adoloridos. Puede, o no, tenerlos amoratados. No es inusual que sienta los pechos entumecidos y/o sensibles. Quizá se den sensaciones de estiramiento a medida que cicatrizan.
  • Durante los primeros días, ambas mamas estarán recubiertas por esparadrapo de papel a modo de sujetador. Por ello, no debe mojar esta zona durante su higiene personal en este período. Es normal que sienta picor. Si le origina ampollas comuníquenoslo.
  • Evite cualquier tipo de ejercicio durante dos semanas después de la operación. Se le darán instrucciones acerca de cuando puede retornar a su actividad normal a lo largo de sus visitas postoperatorias a la consulta.
  • No tome aspirinas durante las primeras semanas después de la operación. Le será recetada medicación para aliviar el dolor.
  • A partir de las dos semanas puede incorporarse a su actividad normal, pero la gimnasia o ejercicios violentos no los realizará hasta 2 meses después de la operación.
  • No debe conducir hasta transcurrido un mes de la operación.

 

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