Si hay una zona del cuerpo que trae de cabeza a la mayoría de las mujeres es, además del vientre, las piernas. Algo que se agudiza notablemente gracias a la presión mediática y de las redes sociales que parecen ejercer una influencia ineludible en la psique femenina. Si bien la herencia genética tiene mucho que decir, así como el estilo de vida más o menos saludable que pueda llevarse, existen alternativas que pueden ayudar a lograr el objetivo allá donde la dieta y el ejercicio no alcanzan.
Entre las grandes preocupaciones se encuentran el hundimiento de la cara interna del muslo; el exceso de grasa que puede causar molestias por el roce al caminar o el volumen desproporcionado en rodillas, pantorrillas o tobillos que llegan a crear fuertes complejos psicológicos. Situaciones que encuentran en el campo de la cirugía estética soluciones como las prótesis especiales, el lipofilling o la liposucción para corregir las distintas carencias o excesos.
Y es que el disconfort estético (y en ocasiones funcional) puede deberse tanto a una falta de volumen o forma como a un derroche de dimensiones y estructura. Así, por ejemplo, la ausencia de desarrollo en las pantorrillas, una deformidad genética producida por un crecimiento anómalo de los huesos, puede crear una apariencia separada e incluso arqueada ya sea en una o en ambas piernas. Un caso que reclama la colocación de prótesis especiales para la zona o infiltraciones de la propia grasa para dar volumen y mejorar la figura.
En los casos en los que se sufren acúmulos de grasa no deseados y falta de proporcionalidad en piernas y pantorrillas, por otro lado, se puede recurrir al lipofilling o relleno graso. Y si el paciente carece de suficiente grasa corporal se puede combinar con prótesis o injertos grasos. Son intervenciones que se realizan bajo anestesia epidural, con ingreso ambulatorio o 24 horas en clínica según las necesidades de cada paciente, y una recuperación rápida y progresiva que permite retomar la vida normal transcurridos 7 días.
Si el problema es que la pantorrilla es demasiado gruesa y el efecto visual se extiende hasta el tobillo, lo más recomendable, una vez identificada la causa, suele ser la liposucción en los tobillos. Se practica muchas veces en toda la zona del gemelo y logra reducir varios centímetros de volumen dando lugar a unas piernas más esbeltas y proporcionadas. También es una técnica que se caracteriza por un postoperatorio y recuperación rápidas siempre que se sigan las recomendaciones de los profesionales.
En definitiva, bien se trate de un exceso o de un defecto la cirugía plástica ofrece distintas soluciones para paliar anomalías y brindar un alivio emocional a las personas que sufren complejos porque sus piernas no son como desean. Evidentemente, es necesario responder siempre a expectativas reales para que el cambio sea siempre lo más natural posible.
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Fuente: Beautymed
